Tuk, lo siento, pero voy a hablar de tu madre.

Lo primero que habría que decir es que vivimos al lado de mis suegros. Lo segundo, es que fue idea mia.

¿En que estabas pensando? Me han preguntado, más de alguna vez...

Y yo tambien me lo he preguntado, fijate...

Bueno, se conjugaron varias cosas:


1° Los viejos de la Tuk habían pasado por un mal momento económico y estaban a punto de colapsar. Una solución era dejar que se siguieran endeudando. Pero se veía que eventualmente no podrían pagar y el zorrón sería peor: Patrimonio perdido = vejez pal pico. O el medio cacho pa los hijos... Con mayor razón para la Tuk que es "lo mamona".


2° Nosotras llevabamos varios años viviendo en un departamento que era muy lindo, estaba bien ubicado y era la raja. Pero en invierno era insoportable. Y estabamos chatas de pagar arriendo por algo así.


3° Si tengo que elegir, entre vivir cerca de uno de mis padres o de mis suegros. Aún elijo a mis suegros todo el rato.


Así es que partimos a pedirle plata al pato...
Ayudamos a los viejos a tapar un hoyo. Dividimos la casa en dos. Remodelamos la que iba a ser nuestra casita. Nos quedo increíble. Compartimos el patio. Tenemos una vista la raja, terraza, estacionamiento y mucho sol.

Para mi gusto, nos quedamos con la mejor parte de la casa.

Ya vamos a cumplir un año viviendo acá. Y el otro día tuvimos nuestra primera pelea de comunidad hippie. Creo que una pelea por año, es un resultado positivo. Tampoco prentendemos estar acá muchos años...

Con la Tuk veníamos llegando de alguna parte y habíamos peleado antes de llegar.

Generalmente me mantengo al margen de los reclamos y puteadas de la Tuk hacia sus viejos, aunque le encuentre toda la razón en estarlos puteando. Doy mi opinión sólo si me lo piden, intento ser los más objetiva posible y mantener la calma.

El tema es que ese día, llegamos. Y la mamá de la Tuk, había regalado la comida de los perros que quedaba en un saco. El día anterior habíamos comprado uno nuevo, a medias, como todos los gastos de la casa. Para las tres perras que hay en la casa. De las cuales, nosotras sólo trajimos a la Rucia. No es tema. Yo vivo acá y las otras dos ahora también son mías.

Obvio que la Rucia es la favorita.

Entonces teníamos razón en molestarnos. Pero yo nunca había puteado a la señora. Y la putié. Ella nunca se enoja y es re buena onda. Pero yo creo que se sintió tanto, porque me incluí abiertamente en el reclamo de la Tuk. Y le dije que yo no tenía porque estar comprando comida para que ella la regale. Así que se enojó, nos puteó de vuelta y dijo que ella se iba a procupar de sus animales y nosotras de los nuestros.

Al día siguiente no la vimos en todo el día. Y la vieja es buena pa venir a hinchar las weas. Así que no verla en todo el día, significaba que estaba muy enojada.

Yo paso más tiempo en casa que la Tuk. Porque trabajo acá. Y a la señora le encanta venir a contar weas, ofrecer weas o preguntar weas.
Al día siguiente de estar enojada, la vieja se desenojó. Y ahí empezó lo peor, porque si antes venía a hinchapelotear, ahora la cagó...
El sabado en la mañana nos lavó el auto. Cosa que me hizo sentir muy incómoda.
Ayer me puse a cortar unos palos para hacer un arreglo en la casa. Por cada palo que yo cortaba se asomaba y me conversaba un rato. Me contó que le había ganado al papá de la Tuk, jugando a no sé que wea. En el otro palo me mostró el papel donde anotaban los puntos.
Otro palo y me cuenta que una amiga va a poner piso flotante y le va a ragalar su alformbra que está nueva.
Después me muestra una hoja de unos sudokus que le imprimió la Tuk y que ya los hizo todos.

Y yo que estoy volá, concentradísima cortando los palos y tomando las medidas.
Me equivoqué en una medida y me aburrí de cortar palos. Así que me vine a trabajar adentro. Luego viene a decirme que hizo arroz, así que yo no me preocupe del almuerzo.
Después me viene a avisar que va a la esquina a comprar y vuelve.
En algún momento del día también me llamó desde afuera, para que me asomara. Para contarme que había tenido que comprar no se qué cosa para arreglar la camioneta.

Hoy llamó para avisar que todavía le quedaba arroz. Y ahora, recién. Vino a traernos un poco de comida para los gatos.

Puede ser que me queje de llena. Pero estoy un poco saturada. Tal vez sólo me hace falta salir de la casa un rato.

Si la vieja hasta nos riega y nos cuida las plantitas de marihuana. No puede ser tan malo...